De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “el 60% de la pérdida de audición en la niñez es prevenible; sin embargo, cuando es inevitable, se dispone de intervenciones que pueden contribuir a que los niños afectados logren el desarrollo pleno de sus potencialidades”.
¿Cómo se prueba la capacidad auditiva en los bebés?
Para poder detectar a tiempo algún problema de audición en bebés y niños se han establecido pruebas de cribado o tamizaje al nacimiento. Aunque la mayoría de los casos de niños que nacen con hipoacusia pueden ser tratados si se diagnostican a tiempo a través de pruebas como el cribado o tamizaje auditivo, algunos tienen origen en infecciones, traumatismos o exposición a niveles de ruido perjudiciales, por lo que el problema suele manifestarse a lo largo de la infancia.
Una de las estrategias más importantes para disminuir las repercusiones de la hipoacusia infantil es la detección precoz mediante el cribado auditivo universal, promovido en varios países del mundo.
El tamizaje permite verificar si el bebé tiene audición normal o problemas auditivos que deben ser tratados a tiempo, para permitir el acceso normal al desarrollo del lenguaje. El cribado o tamizaje auditivo es una prueba indolora que suele practicarse a los recién nacidos, de no ser superada puede repetirse al mes de vida. Lo importante es poder detectar algún problema en los tres primeros meses de vida para empezar a tratarla en los seis primeros meses de acuerdo con la NIDCD (Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación) del Gobierno de Estados Unidos.
Es importante seguir las indicaciones de un Médico Especialista en Audiología, quien es el experto en salud auditiva.
