¿Sabes qué es la hipoacusia?
La hipoacusia o sordera parcial consiste en la disminución de la sensibilidad o capacidad de audición que afecta los oídos. Este trastorno es relativamente común y cuando está asociado a la edad como factor único esto puede iniciar a partir de los 40 años de edad del paciente, puede tener lugar por diferentes motivos, presentarse en diferentes grados de severidad y puede empezar en cualquier etapa de la vida; razón por la cual es importante realizar el tamiz auditivo neonatal temprano en los recién nacidos a la brevedad y como meta antes de los 3 meses y todo paciente a partir de los 40 años debe contar con estudios de Gabinete Audiológicos Básicos con la finalidad de tener un diagnóstico temprano.
¿Hay diferentes tipos de hipoacusia?
Sí, existen distintos tipos de hipoacusia, por eso es muy importante que un médico especialista en Audiología y Foniatría valore al paciente y le realice estudios audiológicos, ya que un estudio realizado por el médico Especialista garantiza que sea un estudio confiable evitando tener resultados erróneos y pérdida de tiempo en encontrar el tratamiento adecuado para cada tipo de hipoacusia, las cuales son:
- Hipoacusia neurosensorial: en la que el problema reside en los órganos del oído interno, vinculados directamente al sistema nervioso.
- Hipoacusia conductiva: en la que la lesión se encuentra en el oído externo o en el oído medio, lo que impide detectar sonidos que provienen del exterior.
- Hipoacusia mixta: en la que el problema se encuentra tanto en los órganos conductivos como en el sistema neurosensorial.
¿Cuáles son los grados de severidad de la hipoacusia?
- Hipoacusia leve, está considerada en perdidas comprendidas entre los 20 y 40 dB, en este tipo de hipoacusia al paciente le cuesta entender las conversaciones en espacios ruidosos.
- Hipoacusia moderada, está considerada en perdidas comprendidas entre los 40 y 60 dB, en este tipo de hipoacusia al paciente le es difícil entender el habla a un volumen normal sin el auxilio de una prótesis auditiva y requiere de un esfuerzo en el volumen de voz con la gente que se relaciona.
- Hipoacusia severa, está considerada en perdidas comprendidas entre los 60 y 80 dB, a partir de este tipo de sordera el paciente experimenta aislamiento social generalmente por no estar en condiciones de poder entender las conversaciones debido a que necesitara de forma obligada el uso de prótesis auditivas y solo puede percibir sonidos ambientales fuertes.
- Hipoacusia profunda, está considerada en perdidas comprendidas entre los 80 y 100 dB, el paciente no oye nada de lo que se habla y solo puede oír algunos sonidos muy fuertes, el paciente requiere obligadamente de prótesis auditivas y/o dispositivos implantables.
¿Cuáles son las formas en que puede presentarse una hipoacusia?
- Unilateral o bilateral.
La pérdida auditiva es en un oído (unilateral) o en ambos (bilateral).
- Prelingüística o postlingüística.
La pérdida de la audición ocurrió antes de que la persona aprendiera a hablar (prelingüística) o después de que lo hiciera (postlingüística).
- Simétrica o asimétrica.
La pérdida auditiva es del mismo grado en ambos oídos (simétrica) o distinta en cada oído (asimétrica).
- Progresiva o Súbita.
La pérdida de la audición empeora con el tiempo (progresiva) u ocurre repentinamente (Súbita) esta última constituye una urgencia médica y es necesario establecer un diagnóstico de forma inmediata, debido a que dependiendo de la causa esta podría revertirse con un tratamiento médico adecuado y evitar llegar a una discapacidad permanente.
- Fluctuante o estable.
La pérdida de la audición mejora o empeora con el tiempo (fluctuante) o se mantiene igual (estable).
- Congénita o adquirida/de aparición tardía.
La pérdida auditiva está presente al nacer (congénita) o sobreviene más adelante en la vida (adquirida o de aparición tardía).
¿Cuáles son las causas de la hipoacusia?
Existen múltiples factores que pueden ocasionar hipoacusia. Algunos de ellos son los siguientes:
- Edad. Las personas mayores de 50 años pueden sufrir pérdidas auditivas. Sin embargo, la degeneración natural del oído puede empezar desde los 40 años.
- Ruido. La exposición prolongada puede generar pérdida de audición.
- Los factores hereditarios pueden suponer problemas hipoacusia por causa del gen conexina-26.
- Infecciones. Virus y bacterias pueden dañar el oído, además de la otitis infantil no tratada.
- Otosclerosis. Afecta a la movilidad de los huesos del oído medio, reduciendo la eficiencia en la trasmisión de las vibraciones.
- Agentes ototóxicos. Ciertos fármacos, alcohol, tabaco y solventes pueden perjudicar al oído.
¿Cuáles pueden ser las causas que pueden generar sordera súbita?
Es importante aclarar que, según información del NIDCD (Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación) del Gobierno de Estados Unidos, las causas pueden ser variables, difícilmente son identificables y solo se llega a conocer el origen de un 10% al 15% de los casos.
Se calcula que la sordera súbita afecta a 1 de cada 5 mil personas al año, aunque la incidencia puede ser mayor por aquellos casos que no se diagnostican ni tienen tratamiento.
Sin embargo, hay variadas causas relacionadas con sordera súbita, por ejemplo:
- Infecciones.
- Lesiones o traumas en la cabeza.
- Enfermedades autoinmunes, es decir, cuando el sistema inmunitario se convierte, por error, en el agresor que ataca los órganos y tejidos corporales sanos.
- Los medicamentos ototóxicos (aquellos que dañan las células sensoriales del oído interno).
- Lesiones en el nervio auditivo como tumores benignos o malignos.
- Problemas vasculares o de mala circulación.
- La enfermedad de Meniere.
- Esclerosis múltiple y otros trastornos neurológicos.
¿Cómo se diagnostica la hipoacusia?
Lo primero es acudir con un Experto en Audición: el médico Audiólogo Foniatra.
El especialista Audiólogo Foniatra puede apoyarse en varias pruebas, entre ellas la evaluación física, las pruebas generales de detección, las pruebas de diapasón y de Gabinete Audiológico.
Examen físico de audición:
Idealmente estos deben ser parte de los exámenes médicos de rutina. aquí, el médico de atención primaria juega un rol clave en la identificación temprana de la pérdida auditiva para la referencia oportuna con el médico Audiólogo.
Pruebas de diapasón:
Además de ser pruebas sencillas, son muy útiles para descubrir patologías específicas y ayudan a diferenciar entre tipos de hipoacusia conductiva y neurosensoriales.
Estudios de Gabinete Audiológico.
Audiometría: este examen es realizado por un Audiólogo; el objetivo inmediato de la audiometría tonal es determinar los umbrales auditivos. Esto se refiere a la mínima intensidad capaz de evocar una sensación auditiva con tono puro. La representación gráfica de la audiometría tonal se denomina audiograma y en este se puede observar el nivel y grado de audición en ambos oídos.
Logoaudiometría: este examen es realizado por un Audiólogo; el objetivo inmediato de la Logoaudiometría o Audiometría Verbal es determinar los umbrales auditivos para la detección de la palabra. Esto se refiere a la mínima intensidad en la que el paciente es capaz de distinguir palabras.
Impedanciometría o Timpanometría: permite medir la resistencia de la estructura del oído medio, es decir, la resistencia que sus diferentes componentes oponen al estímulo sonoro, obteniéndose información sobre la presión existente en el oído medio, la integridad y la movilidad del tímpano y la continuidad de la cadena de huesecillo. Para realizar la prueba de impedanciometría acústica se utiliza un aparato con una sonda en la apertura del conducto auditivo externo a través de la cual se aplica un sonido de frecuencia e intensidad variables que generan cambios de presión que desplazan el tímpano de su posición normal. En dicha sonda hay también un pequeño micrófono que registra la intensidad del sonido reflejado por el tímpano.
Reflejo estapedial: es la contracción refleja del músculo del estribo en respuesta a un sonido de alta intensidad. Este reflejo, por definición, es de carácter involuntario, tiene carácter bilateral, de forma tal que cuando el estímulo sonoro intenso alcanza a uno de los oídos se produce la contracción refleja del músculo del estribo en ambos oídos. Una de sus funciones más importantes es la de protección del oído interno frente a sonidos excesivamente intensos.
¿Se puede prevenir la hipoacusia?
¡Por supuesto! La prevención consiste en evitar en la medida de lo posible en el caso de tener en nuestra vida algún habito que sea factor de riesgo. Es importante evitar volúmenes elevados, especialmente para promover una higiene auditiva saludable.
Sin embargo, la prevención también depende de la causa que lo origina, es decir, si la hipoacusia es genética, la prevención no es posible.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento varía dependiendo del grado y tipo de la patología. Va desde el tratamiento médico, quirúrgico cuando el paciente es candidato y la adaptación de prótesis Auditivas.
Es importante seguir las indicaciones del Médico Especialista en Audiología, quien es el experto en salud auditiva.